miércoles, 20 de enero de 2010

Metallica en Lima

El día 19 de enero de 2010 quedará grabado en mi memoria eternamente. En mis casi 32 años de vida puedo asegurar que nunca había sentido tanta felicidad. Fue el día del encuentro cara a cara con mi banda favorita.

Miles de veces en reuniones con amigos hemos disfrutado del alcohol acompañados de los poderosos riffs de Metallica, muchísimas veces hemos dejado conversaciones inconclusas por tararear la letra de alguno de esos maravillosos discos que esta banda nos regaló en la década de los 80´s. Kill´ em All, Ride the Lightning, Master of Puppets (la joya mas grande del metal) y el And Justice for All.

Nunca pensé que iban a pisar esta tierra. Hace casi 20 años que escucho metal y ni en mis más remotos sueños imaginé que los iba a ver acá mismito junto a con los amigos que después de tantos años seguimos metidos en esto.

Fue el día mas emocionante de mi vida. No pude meter mas de tres cucharadas a mi almuerzo. Quería estar ya ahí, en la cola cerca al concierto, cerca a la puerta, cerca a lo que ya todos sabíamos que se venía. Metallica en Lima.

Y es que me suena hasta gracioso. ¿¿¿¿Metallica en Lima????? ¡¡¡Ni cagando!!! ¿Alguien se maleó y nos quiso ver la cara de huevones? No fue así. Metallica en Lima fue una realidad ayer y fue todo un éxito.

Nos juntamos cinco amigos y yo para ir caminando hacia la San Marcos. Tremenda latasa especialmente si llevas puesto los chancas característicos de nosotros. Llegué medio asustado por que pensé que iba a haber una tremenda cola pero no fue así. Hasta tuvimos tiempo de tomarnos un par de latitas de chela como para ir calentando motores. En ese momento ya estaba desesperado por entrar. Bajamos a nuestra zona y quería avanzar hacia el centro. El "Cops" tuvo que decirme "Oe huevón ya cálmate". Las chelas iban y venían. Seguíamos esperando ya con muchos menos nervios que cuando llegamos, hasta que por fin a golpe de 9:30 pm empieza a sonar "The Ecstasy of Gold" ooohhh ohhhhh, ooooohhhhh ohhhhhh coreaba la gente. Ya sabíamos que muy pronto empezaría la hecatombe. Los primeros riffs de la noche fueron inconfundibles… Creeping Death carajo!!! Que cosa tan increíble. Era algo totalmente bizarro, estaba escuchando Creeping Death y James Hetfield estaba a cinco metros delante de mí. Luego From whom the bell tolls. Dos del Ride seguiditas fueron demasiado para mi pobre físico. Pensé que no iba a durar mucho rato ahí adelante sin embargo a pesar que estaba ya hecho basura, me quedé ahí saltando y gritando las canciones, Fuel (a mi si me gusta), Harvester of Sorrow y Fade to Black. Para mis adentros pensé: "CSM tocan Master y suficiente".

Luego de eso empezó la parte mas tela para mi. Las canciones de su nuevo álbum. Tocaron dos y siguieron con Sad But True. Luego volvieron con las nuevas. Ahí aproveché para salir un rato a tomarme una gaseosa. Para ese momento mis amigos habían desaparecido devorados por la multitud. Terminé de tomar la Pepsi mas cara del mundo justo cuando empezó One. ¡¡¡Como queman esas bombardas de mierda!!! Traté de volver a donde estaba pero era recontra difícil. One es una canción lenteja y la gente estaba parada sin moverse. "Tal vez la próxima canción sea una rápida y ahí aprovecho y me meto" pensé. Tuve razón. La canción que siguió fue la canción mas perfecta del metal creada hasta este momento. Una canción que he tocado miles de veces en la guitarra, que tengo como ringtone en mi celular, que me ha acompañado durante mi adolescencia y adultez. Master of Puppets!!!!!!!! Yo no quería morirme sin haber escuchado esta canción en vivo. No existen palabras para describir lo que sentí en ese momento. Tal vez alucinando un poco como Tolkien, algún día crearé un nuevo lenguaje en donde pueda expresar a la perfección ese momento, mientras tanto lo dejaré ahí. Derramé un par de lágrimas. Veo a ambos lados y dos completos extraños también lloraban. Esa imagen fue el claro ejemplo de lo que fue esa noche… purito feeling. Luego Battery. ¿Hasta dónde puede aguantar el cuerpo humano tanto maltrato? Felizmente vinieron Nothing Else Matters y Enter Sandman. Pude respirar un poco. Luego hicieron la clásica jugada que se quitan para que la gente pida Otra!! Otra!! Otra!!! Nos regalaron tres mas. Am I Evil? Yo estaba en la gloria. Am I Evil?..., Yes I Am!!... Am I Evil?... I´m a Man!!! Yes I am!!! Para ese momento lo que salía de mi garganta ya no era voz, era un remedo de voz. Ya estaba en el límite de la cordura, no sabía hasta cuando iba a poder aguantar de pie y estos jijunas se mandan Blackened. No recuerdo concierto alguno en donde hayan tocado Battery y Blackened. Nos regalaron este par de joyas en un mismo concierto. Por último Seek and Destroy para que la fanaticada se vaya tranquila.

Yo me fui tranquilo. Molido a golpes y sin voz pero tranquilo. Dicen que la felicidad es efímera pero creo que al recordar ese par de horas seré feliz por siempre. Definitivamente esto se lo voy a contar a mis hijos con mucho orgullo. Yo vi a Metallica en Lima y sobreviví para contarlo. Gracias Metallica por hacer feliz a este treintón, espero que regresen pronto para volver a estar en primera fila desgarrando mi garganta y comprobando los límites de la resistencia humana.