Hoy después de muchos domingos me he levantado sin resaca. Ayer salí a tomar a un local y decidí que no me iba a exceder con el alcohol. Me siento con sueño pero feliz, no me duele la cabeza, no tengo mareos, ni tengo la necesidad imperiosa de correr al baño para devolver el poquísmo contenido que exista en ese momento en mi estómago.
Fueron un par de botellitas de Pilsen nomás, suficientes como para llegar a la cama y dormir deliciosamente hasta que la bulla dominguera me despierte.
Librado del clásico malestar, empecé a reflexionar el por qué la mayoría de mis amigos bebe. ¿Existe el deber de beber? ¿Por qué bebemos?
Sin ninguna duda cuando uno tiene 15 ó 16 años se puede beber tranquilo y sin remordimientos. Salíamos a tomar un fin de semana completo y nuestros virginales hígados componían todo lo que descomponíamos en un abrir y cerrar de ojos. Recuerdo que inclusive luego de ríos de alcohol libados la noche anterior, solíamos levantarnos temprano los domingos para ir a jugar fútbol a la canchita de la vuelta. Hoy en día eso es totalmente impensable.
La mayoría de amigos con los cuales nos hemos destruido (literalmente) el organismo se quejan de las mismas cosas que yo luego de una borrachera. “Ya no puedo tomar como antes, me duele el estómago, tengo gastritis, la resaca me dura 2 días, me duelen los músculos”, etc.
Personalmente creo que tengo una de las peores resacas en la historia mundial de las borracheras. Cuando bebo en exceso, me levanto totalmente mareado, con náuseas y me es imposible probar cualquier tipo de alimento o bebida durante casi todo el día por que sencillamente mi organismo ha decidido arbitrariamente que no le da la gana de retener absolutamente nada en mi estómago. Varias veces me he visto reflejado en el espejo sudando, con temblores en las manos y lágrimas en los ojos repitiéndome la siguiente pregunta: ¿Por qué bebo carajo? Automáticamente luego de esa retórica pregunta casi siempre balbuceo una de las afirmaciones más falaces que existen y que creo que la mayoría de seres humanos la dice (o piensa) luego de una bomba de inmensas proporciones: Ya no vuelvo a beber de esa manera.
Fueron un par de botellitas de Pilsen nomás, suficientes como para llegar a la cama y dormir deliciosamente hasta que la bulla dominguera me despierte.
Librado del clásico malestar, empecé a reflexionar el por qué la mayoría de mis amigos bebe. ¿Existe el deber de beber? ¿Por qué bebemos?
Sin ninguna duda cuando uno tiene 15 ó 16 años se puede beber tranquilo y sin remordimientos. Salíamos a tomar un fin de semana completo y nuestros virginales hígados componían todo lo que descomponíamos en un abrir y cerrar de ojos. Recuerdo que inclusive luego de ríos de alcohol libados la noche anterior, solíamos levantarnos temprano los domingos para ir a jugar fútbol a la canchita de la vuelta. Hoy en día eso es totalmente impensable.
La mayoría de amigos con los cuales nos hemos destruido (literalmente) el organismo se quejan de las mismas cosas que yo luego de una borrachera. “Ya no puedo tomar como antes, me duele el estómago, tengo gastritis, la resaca me dura 2 días, me duelen los músculos”, etc.
Personalmente creo que tengo una de las peores resacas en la historia mundial de las borracheras. Cuando bebo en exceso, me levanto totalmente mareado, con náuseas y me es imposible probar cualquier tipo de alimento o bebida durante casi todo el día por que sencillamente mi organismo ha decidido arbitrariamente que no le da la gana de retener absolutamente nada en mi estómago. Varias veces me he visto reflejado en el espejo sudando, con temblores en las manos y lágrimas en los ojos repitiéndome la siguiente pregunta: ¿Por qué bebo carajo? Automáticamente luego de esa retórica pregunta casi siempre balbuceo una de las afirmaciones más falaces que existen y que creo que la mayoría de seres humanos la dice (o piensa) luego de una bomba de inmensas proporciones: Ya no vuelvo a beber de esa manera.
"No vuelvo a tomar nunca más"... una de las más grandes mentiras no? Lamento que tus resacas ahora se hayan convertido en pesadillas, pero igual no hay nada tan placentero como tomar una, dos, diez, veinte cervezas bien heladas con tu gente hablando de mil cosas que valgan la pena. Seguramente la resaca sea el precio a pagar tras pasarla bien, no lo se.
ResponderEliminarHace poco tuve la oportunidad de pasar por un domingo similar al tuyo y descubrí que este día tiene más horas de las que suponía. También descubrí que habían programas de tv en las mañanas y que los desayunos domingueros se toman tempranito y son muy bravos. Está bien para pasar así un domingo cada dos meses.
Mucha razon tenia Vallejo cuando hablaba de 'la resaca de todo lo bebido' (o algo asi). A mi me ocurre algo totalmente contrario a ustedes, mis amigas: como ahora vivo en un pais 'medianamente' civilizado donde tengo que manejar, despertarme sin resaca, no perderme dia de semana y, para colmo, donde todos los bares cierran a las 2 AM (la ultima chance para pedir un trago es a la 1:40 AM)... cada vez que llego a Lima estoy CONCIENTIZADO, ENFOCADO y CONCENTRADO en que el trago no me afecte el dia siguiente.
ResponderEliminarSin exagerar, ha habido expediciones a Lima donde no he dejado ni un dia de chupar por un mes y dos semanas. Mis amigos han llegado a decirle a la gente gringa que ha llegado conmigo si no tengo problemas de alcoholismo, pero ellos responden tranquilamente: 'No, J toma poco alla... aca es que se vuelve un animalito'.
La gente que toma conmigo esta hecha una mierda al dia siguiente pero a los pocos dias se curten y adquieren mi poder de inmunizarse. Bueno, dicen que todo lo malo se pega, no?
Sigue escribiendo, carajo! Ya me picaste el diente... y leanme tambien...
J
Buena voz que hayas creado tu blog Marco.... Salud por eso!! jajajaja!!!
ResponderEliminarcantinerooooooo llegoooooo el cervecerooooo!! (8)
El beber es un placer por el grado de desinhibición (o sea, uno se pone recontra cancheril) y la mejor excusa para salir con tus patas. Es imposible (y hasta un absurdo) que en medio de la gente haya una jarra de chicha morada o de limonada, en vez de unas ricas y espumantes cervecitas. Bueno, si no hay plata será un ron o tres-pasitas nomás, pero algo que contenga alcohol.
ResponderEliminarParece que los años son terribles a la hora de querer eternizar nuestra sed. Así que por salud (no el cheers, sino el health) muchos ya colgamos los chops porque después de los 30 el metabolismo es cruel e inmisericorde.
La edad de la madurez (- alcohol, + descanso)
Marco, bien por el blog, y bien por decirle a todos que ya no eres un borracho de aquellos ( aunque no por falta de ganas me imagino).
Salud por eso, y porque una resaca más,
que importa!
Kike (Sotito)
PD. De repente podrías seguirle los pasos a Johnny, el Caminante. (etiqueta negra nomás). Dicen que él no sabe de resacas...
Kike ha dado en el clavo. Ahora trato de beber moderado no por que no quiera sino por que no puedo. Pero a veces cruzo la línea y me desbando, es alli donde se me viene el mundo encima.
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios. Bebamos.